Chistes de amigos graciosos y buenos de verdad





Chistes de amigos


Un veterinario va a un médico amigo suyo porque se encuentra mal.

El médico le dice:

—Vamos a realizarte una analítica, unas pruebas de estómago, unas placas de tórax y luego te haré un diagnóstico y te recetaré el remedio.

El veterinario le contesta:

—Pues vaya, yo cuando veo los síntomas de una vaca enferma no necesito más, le receto inmediatamente.

A lo que el médico le contesta:

—Bueno, pues mira, tomate estas pastillas y si te van bien, pues nada y si no, te sacrificamos.

😄 😄 😄


Ya se acerca la Navidad, así que evita todas las cosas que engordan como espejos, básculas o amigos sinceros.

😄 😄 😄


—Manuel, ¿cómo ha ido el juicio?

—El juez ha dicho que 5 años de cárcel o 95 mil euros.

—Tú no seas tonto, ¡coge el dinero!

😄 😄 😄


Habían tres amigos: Ninguno, Nadie y Tonto.

Ninguno se calló a un hueco, entonces Nadie se quedo a cuidarlo y Tonto va al policía.

Tonto:

—¡Policía, policía! Ninguno se calló a un hueco y Nadie se quedó a cuidarlo.

El policía dice:

—¡¿Eres tonto?!

Tonto responde:

—Si, mucho gusto.

😄 😄 😄


Dos amigos mantienen una charla casual en una calle y uno le pregunta al otro:

—¿Cómo te va con la crisis actual?

La respuesta no se hace esperar:

—De maravilla, duermo como un bebé.

Ante la incredulidad de su amigo, aclara:

—¡Me despierto cada tres horas llorando!

😄 😄 😄


Se encuentran dos amigos y le dice uno al otro:

—Pues mi mujer conduce como un rayo.

—¿Tan rápida es?

—No, es que siempre va a parar a los árboles.

😄 😄 😄


Dos amigos:

—Las mujeres desean una pareja que les haga reír y que además las proteja.

—¿Algo así como un payaso ninja?

😄 😄 😄


Un señor tenía una gata y estaba harto de que le arañase todos los muebles de la casa así quería deshacerse de ella.

Se la llevó al monte y la dejó abandonada pero después de unos días la gata regresó.

El señor la volvió a llevar pero esta vez la dejó al otro lado del monte.

La gata volvió otra vez.

Desesperado, le preguntó a un amigo, cómo lo podía hacer para que la gata no volviera y éste le dio algunas indicaciones:

—Cruza el monte, ve al río y crúzalo, gira a la derecha, luego a la izquierda, otra vez a la derecha, cruza el puente y deja la gata allí.

Después de una semana, se encuentra con el amigo, todo sucio, cansado, hambriento, desvelado y sediento, y le pregunta:

—¿Cómo te fue?

—Qué quieres que te diga, que si no es por la gata, ¡no regreso!

😄 😄 😄


Un hombre le dice a un amigo:

—Mi esposa está en una dieta de tres semanas.

—¿De verdad? ¿Cuánto ha perdido hasta ahora?

—Dos semanas.

😄 😄 😄












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